.:El RoMpEjUrAmEntoS:. (1ªParte)

Bien conocida es la fama de Shizue, reencarnación de la Dama Doji, en contar cuentos, dejadme que os ilustre y atended pues más de una enseñanza sacareis de éste.

...Esta historia se remota mucho antes de que la Fantasía se separara de lo mundano, la División. Como toda historia, ha de haber un héroe, en este caso eran dos. Brenna, era una shide con los cabellos morenos y perfumados por las fragancias que traía el viento. Su piel era tan suave y pálida que hacía envidiar a todas las damas de la corte, se decía de ella que era tan grande su belleza que nublaba al mismo Sol. Poderosa con su magia, protegía a sus amigos con la misma ferocidad que atacaba a aquellos que le eran hostiles. Ottmar, un noble troll, gozaba de fuerza y salud como se reflejaba en el resplandeciente azul de su piel. Sus ojos azules brillaban en el fragor de la batalla, y en ella, su gran martillo hondeaba por encima de quimeras y entes oscuros marcando una plateada danza para su final.

Siempre viajaban juntos, apoyándose uno al otro, siempre imbatibles ante cualquier afrenta. Ella, con su magia y él, con su fuerza, se labraron un puesto entre aquellos de los que se han de contar las más bellas historias alrededor de un fuego en una noche estrellada. Las más poderosas quimeras sucumbían ante los Cantrips de Brenna que siempre era protegida por el fuerte brazo del troll.

Las primaveras fueron pasando y el dúo se hizo más poderoso pero no menos noble. Tan fuertes eran sus lazos de protección que decidieron llevar a cabo un juramento de protección y amistad. Los juramentos son irrompibles e inamovibles y conllevan toda la vida de sacrificio y devoción. En este juramento ambas partes ofrecían su vida para salvar y proteger al otro, lo que en un principio pareció inocente y puro se acabaría convirtiendo en su perdición o su salvación dependiendo de como se mire.

Su habilidad y suerte, en muchos casos, hizo derrotar cada vez a más enemigos aunque esto jamás hizo faltar a su juramento, si no que lo fortaleció aun más. Una de las tardes, en una casa de campo bastante conocida por su hospitalidad, Ottmar miró a través de una gota de agua a Brenna. La más bella rosa en un jardín de espinas brillaba con el rocío de la mañana, así era ella y hasta ese momento no había sabido verlo. El amor corría por sus venas, se le agitaba el pulso cuando ella estaba cerca...El amor que dura tanto como la memoria y es digno de cualquier acción...

Una de las historias que más les gusta recordar a los eshu, es la vez en que se adentraron en los territorios de más terrible y malévolo Changelling que haya existido jamás, Tom Tenebroso. En sus estancias guardaba una de las más bellas joyas de Arcadia, esta joya había sido corrompida por las artes de éste y con su poder, había llevado a cabo los peores desastres concebidos por la mente humana. Robaron de sus ganchudas garras el preciado objeto, pero cometieron un gran error, lo dejaron con vida y él en la más negra oscuridad juro una lenta y larga venganza.

En aquél momento, Ottmar ya había decidido cual sería su técnica de conquista hacia Brenna. Ya que no era bello, emplearía su mejor técnica, su valía en la lucha. Cada vez hacía gestas más valerosas y arriesgadas que ponían en peligro la vida del troll y que salvaba con soltura. Brenna, impresionada por la valentía de su compañero lo elogiaba y él veía en esas palabras de amistad una oportunidad...El amor dura tanto como la memoria, y es digno de cualquier acción, incluso de la muerte... Ottmar no era apresurado, ni impaciente, porque sentía cada una de las palabras de la joven como el regalo que eran.

Fin de la primera parte ...si queréis saber más dejad vuestro coment... :P

Que tu camino sea verde y dorado
Alathea, el ángel con alas invisibles